Tenía un revestimiento duro, de una madera pulida hasta quedar recta; uno de los lados tenía curvas de color plateado.

Por dentro estaba todo rasgado en tiras finísimas como hojas... y al mirarlo más cuidadosamente, pude ver que sí, eran realmente un conjunto de hojas costuradas de un lado, y del otro no (o tal vez se había roto).

En las rasgaduras finas como hojas había cuadrados de formas diferentes formando hileras... y estuve mirando las hileras por mucho tiempo, imaginando dibujos que se formaban con los espacios entre las hileras.

Ese rectángulo era obra de algún ser extremamente complexo.

Aún así, la coherencia inexplicable y la armonía estructural de aquellas líneas me debajan absorto, y enfurecido.

Lo gracioso es que, intrigado e inquieto, no pude dormir a la noche, y por primera vez observé que las estrellas en el cielo como que formaban dibujos en el cielo... y estuve un largo tiempo mirándolas hasta dormirme nuevamente.