Sabía que era mi oprtunidad para escapar.
Al primer vacilo del grupo pretendía hacerme humo... debería haberlo hecho antes de cazar el venado, pero estaban siempre cerca mío, si corriese era probable que me rodeasen. Aún así permanecí alerta para el momento en el que el venado desaparecería por un lado y yo por el otro...
lamentablemente, el sabor de la cazada acabón distrayéndome y... qué sé yo.